Texto

Texto por Carla Faesler. Flores Pienso mucho en las flores. En cómo sin hablarnos nos ignoran. Desde hace tiempo me pregunto, ¿cómo fue que llegaron hasta aquí? Mi idea de extraterrestre, es por supuesto una flor. Cáliz, óvulos, sépalos. La mesa de disección abrirá enamorados y tumbas. La piel indiferente carne intrusa el tallo entre dos mundos torcido de cargar lo inexplicable. Entre los dedos, el tallo entre dos mundos, el misterio. Imagino su nave viajando las espinas, ¿se habrá averiado en plena travesía? ¿Y si tal vez se perdieron - tanto olor, color a la deriva - y se dieron cuenta demasiado tarde? Sólo llegas aquí - sexos abiertos - porque fue demasiado tarde. Corola, estigma, pétalos. El forense informará enamorados y tumbas. ¿Habrán tenido miedo? ¿Serán sus perfumes sentimientos, como creía Heine? Sentir el sufrimiento de las flores, como deseaba Frost. ¿Dónde estarán sus pensamientos? Su fijeza vampírica, su ser nuestra ilusión de la belleza, su destreza de mago que hipnotiza. Mirar las flores es apacible porque no tienen emociones ni conflictos, intuyó Freud. Una vez más, doctor, error de apreciación. Estambres y pistilos. Vibraciones de Narcisos, Llamaradas. ¿Cómo habrá sido el mundo antes de ellas? Porque la tierra se ríe en flores, Emerson reveló. Montaña, margen del río, campo abierto, carretera. Pienso mucho en las flores en cómo podrán volver a su tierra de origen, allá donde somos nosotros Agapandos y Orquídeas. Antera, estilo. Carretera, valle, vertiente. Mi idea de extraterrestre es por supuesto una flor. ¿Cómo fue que llegaron hasta aquí? Un puñado de esporas y semillas arrojadas al sembrado del cosmos. Desde hace tiempo imagino ser ese alguien soñado por Pessoa que al ver por vez primera una flor recién aparecida, la rozó levemente para saber si hablaba. Zanja, cuesta, talud. Mi idea de extraterrestre es por supuesto una flor. Ramo, jarrón, los días y el basurero.