Comentario
Mimí Kitamura | Composición |
Mimí Kitamura | Lectura en voz alta |
Cynthia Franco | Contribuidor |
Poética Sonora MX | Publicador |
rrebatarme de los labios aleteos de mariposa que en mi sexo se congelan al contacto del incienso Sumergirme en los ayeres aleteos de telaraña que en murmullos me atraviesan desde el sur al pensamiento Impasible el pensamiento asimetría del ser y el sueño que me araña en la pupila el latido de la suerte Voz ausente Inmensa rabia Vida y ciencia Hermana muerte Toma de mis labios el fervor que me ha clavado en la palabra y en el verso que dilatan mis lamentos Tierra y muerte Sangre fértil Devuélveme al silencio que esta carne estalla y vuelve convertida en fe ferviente fiel creyente del diluvio y del augurio del castigo intermitente Lluvia ardiente Instante de locura entretejido en la eufonía de mi mente Devastados al descuido de la luz y el movimiento extinguimos todo amor adoramos todo invierno Y en la histeria en que creemos disolvernos y perdernos Resucita-explota el verbo y divide nuestros cuerpos en espíritu y desierto Y la realidad es voz del tiempo Y ese tiempo que es zozobra es flor del pensamiento fruto ardiente de la sombra intermitente túnel del recuerdo Volver a balancear mi yugular del cielo al templo Escapar de mis adentros Gritar melancolía Derramar en tu costado mis fluidos, mis suspiros, mi armonía Recostarnos en la sangre que era mía que olvidaste o preferiste no mirar mientras me diseccionaban la existencia en una herida Dime qué encontraste en mi pupila cuando el último aliento me arrebataba el derecho a seguir descosiendo mi vida Dime si el reflejo de tu cuerpo mantuvo su sonoridad de hielo a la sombra de mi estirpe extinta o acaso suspendiste el fugaz ardor de mi locura, en tus caricias frívolas Aún me queda la esperanza de mantenerme Bajo la ráfaga adormecida mas me conformaría con que aleteara el viento de mi nombre las primeras sílabas Sofocada mi sonrisa dónde olvidaré al amanecer para no sentirme vacía Frente al mar adoraba dejar mi lágrima entumecida de tanto que se clavaba en mi corazón la desdicha Engáñame y dime que sigo perdida con la frente marcada y sin guía y tras la cúpula el destello de mi amor de niña Dime que el pecado Aún me extingue la inocencia que siempre creí dormida Que traigo clavada la espina en mi costilla y aún pretenden lanzarme una piedra al estigma Engáñame y ofréceme cambiar mi existencia en un desierto por 40 días Engáñame y dime que, aunque tenga vagina, también me resucitarás al tercer día.
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