Sonata número 16 en do mayor de Wolfgang Amadeus Mozart, primer movimiento; se escucha como si la estuviera apenas revisando un estudiante por primera vez, cortándose, repitiendo, sin ritmo. La voz que recita el poema repite junto con la música, pareciera molestarse con cada vez que vuelve a iniciar. Después el piano sigue con una obra contrastante a la de Mozart, Old French Song de Tchaikovsky, en modo menor, más lenta y sin interrupciones. La voz sigue a pesar de llegar la música a la cadencia. En esta primera parte el piano tiene un efecto como si se tratase de una grabación antigua. Después interrumpe la electrónica y se queda hasta el final con un sonido grave y repite el poema sin interrupciones.