Cuerdas frotadas, alientos y electrónica hacen el fondo musical. La melodía melancólica acompañan al relato de un perro abandonado. Después de que termina la voz, desaparecen las cuerdas, entra un piano y la electrónica se intesifica, textura con la que termina la pista.
Adriana Arrieta Munguía | Composición |
Monoploid | Composición |
Adriana Arrieta Munguía | Lectura en voz alta |
Rocío Cerón | Contribuidor |
Motín Poeta | Publicador |
Discos Konfort | Publicador |
Filtro | Producción |
Grabaciones del Cuarto Blanco | Ingeniería de sonido |
Observo las flores pudriéndose en el agua El fin llega a unos y a otros y no es muerte filosófica Es pausada e impertubable fragmentación desde los cimientos desde la semilla - que es inicio Y el perro abandonado a orillas de la vida el que ornamenta el paisaje citadino o el páramo de herrumbre el perro que pasea horas indiferentes y que siempre ha visto gris más el que conoce mejor que nadie los exteriores fríos-mojados-hambrientos y que comparte el nunca jamás con la basura y la fealdad muere a cada segundo Porque no conoce la vida (ni si quiera la vida de perros) y sólo oye los gritos de sus amos y sólo conoce los palos que le asesta la bruja de 100 años y sólo sabe defecar sobre la gente que lo observa desde abajo porque en sus ojos tristes brillan negros abismos y en su alma el destino dictamina que en esta vida esa es la única y posible libertad.
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