Texto

La ausencia es tan clara. Y tan violenta. Y los cuerpos idos, los ausentes, los desaparecidos. Lo que nos falta. ¿Cómo grito lo que nos falta en pleno día? ¿Cómo llamo a las que no están? Llamo a lo que no tenía que irse, no así, sin causa. Llamo a poder dejar ir. Llamo a la proximidad, a la voluptuosidad, al tacto encendido. Al deseo, a la desinhibición. A la franqueza, a la entrega, al abrazo… al abrazo. ¿Y a la compasión? ¿A la memoria? ¿Cómo la llamo? Y a la ética, ya extinta? Quisiera, ser como las sirenas, cantar por profecías, a la promesa, a la profundidad. (Sueno gaviotas, y un fragmento de “El canto de los pájaros”) Por eso canto: para seguir creyendo. Por eso grazno y sueno, gruño y acuno, conmino, atestiguo, rechazo. Y me arriesgo a parir las crías tan deseadas, las rebeldes.. Además necesito nombrar con ustedes lo intolerable, y lo que se ha desgarrado en la entraña.. Y quiero cantarle a la muerte. Y también a la mudez interminable de Dios. Qué temible procacidad… Que proliferen nuevamente los panes y los peces en camino a la resurrección . No hay manera. Hoy. No hoy, luego de tan interminable interpelación. Un tiempo tan áspero necesitado de vuelos y guaridas. Y del mar… Arriba Hebecita, arriba, disparando gaviotas a la cima de las olas… (sueno un piar dolido) Saltar, volar es una epifanía disparada contra la ruina. ¡ Luz, aire! Aún quisiera aprender cómo se cuida un faro! ¡Y cantaré también, terrible y dulcemente , todo lo humano que aún florece, todo lo que aún puede germinar en esta tierra! (canto un fragmento de Soy el Agua) Si no existiera un oído que mi placer disfrutara Ni una piel que me extrañara cuando transito lo mío. ) ¿A quién le canto? Háblame, cántame! (canto) Y seguiría siendo mujer, de las que tejen su historia hilvanando infierno y gloria para inventar otra ley ¿Alguien me puede acompañar? ¿Alguien me puede rescatar? ¿Tú? ¿O el que ya no está? ¿Quién se va? ¿Quién regresa? ¿Cómo gritas a lo que falta en pleno día? ¿Cómo llamas a lo que no tenía que irse, no así? Silencio inmenso. Me dueles. Me duelen. Tú:¿cómo te llamas? No tengas miedo. Mírate… Una heroína nómada, en fuga. ¡Salta! ¡ Vuela! Una sabia desmesurada y transgresora. Entonces serás la intrusa luminosa lista para internarte en el conocimiento del mundo… por eso te canto. Finalmente, tan cerca de la verdad y del origen, también de tus labios saldrá la última palabra. Y me llamarás y te tomaré en mis brazos y te guiaré, listas ambas para desaparecer y renacer. Naufragar y resucitar. (canto) Y seguiría siendo mujer, de las que tejen su historia, Hilvanando infierno y gloria, para inventar otra ley. Tengo una voz en el cuerpo, tengo razón que me salva, Soy mujer en cuerpo y alma…Soy el agua, Soy el agua….Soy el agua.